domingo, 3 de marzo de 2024

Pregón Semana Santa 2024

 


Os dejo el texto del PREGÓN DE SEMANA SANTA que he dado en Férez, mi pueblo, el 2 de marzo de 2024. 

Es un honor estar ahora mismo aquí, delante de todos vosotros, en una situación que lo único que demuestra es el afecto que me tenéis. Cuando me llamó Francis para ofrecerme esta oportunidad, me emocioné, de verdad, un nudo en la garganta casi me impide decirle que aceptaba. Iba a ser el primer nacido en Férez en dar el pregón de Semana Santa. Era todo honor.

Quiero agradecer de todo corazón esta invitación. Y no sólo porque, como afirma  D. Quijote, «la ingratitud es hija de la soberbia y uno de los mayores pecados que se sabe: y la persona que es agradecida a los que bien le han hecho, da indicios de que también lo será a Dios, que tantos bienes le hizo y de continuo le hace» , sino porque sinceramente he de reconocer que participar como pregonero en uno de los  principales acontecimientos de nuestro pueblo, que siempre ha ejercido sobre mí una fascinante atracción, me colma de satisfacción (siempre me ha gustado asumir nuevos retos, máxime cuando éstos son complicados aunque sólo sea para evitar que se haga cierta la sentencia de Séneca: «No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas»).

Quiero señalar mi profundo respeto por una festividad como la Semana Santa que hace aflorar sentimientos religiosos trascendentes y de la máxima importancia para los cristianos creyentes. Necesariamente por ello, mis palabras, amén de breves, serán sobrias y respetuosas. Espero, en fin, no defraudaros a todos vosotros, pero, sobre todo, espero no defraudar y estar a la altura de la Semana Santa de Férez.

Ser pregonero de la Semana Santa de Férez tiene un atractivo especial fundamentalmente por el significado polivalente que tiene esta festividad. Es, ante todo y por encima de todo, un acontecimiento religioso a través del cual se rememora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, que hunde sus raíces en elementos esenciales del sentimiento cristiano: pasión, fe, devoción. Pero no sólo es eso, sino que, además de un acto religioso y precisamente por ello, es también un acontecimiento cultural en sus múltiples manifestaciones, íntimamente ligado a la propia historia de nuestro pueblo; constituye uno de los ingredientes que conforman la identidad de Férez pues, aun cuando se trate de una celebración muy extendida en todo el mundo cristiano, en cada caso presenta singularidades que constituyen el reflejo de las propias de cada comunidad. En cada pueblo se ha desarrollado un modo propio de celebrar la Semana Santa; en todos ellos se encuentran elementos comunes y también singularidades; es siempre igual y a la vez distinta (en unos casos, la seña de identidad es el sonido de los tambores, en otros, la belleza de las imágenes que se procesionan, el sobrecogimiento de las penitencias, el aroma de las alfombras de flores, etc.).

Por eso yo os voy a hablar de las singularidades de la Semana Santa de Férez que colman mis sentimientos.

Hablar de la Semana Santa en Férez es un cúmulo de emociones y sobre todo de recuerdos.

Si nuestra Semana Santa tiene algo totalmente singular y que nos diferencia de todas las conozco, y son muchas, es el olor a tomillo en las calles en la Procesión del Entierro de Viernes Santo. Esa fragancia a monte, que se distribuye por nuestras calles es siempre lo primero que viene a mi cabeza cuando hablo de mi Semana Santa. Recuerdo cómo iba moviendo esas matas de tomillo con el pie para poder disfrutar todavía más de ese olor a cerro, a pinos, a esas montañas que nos rodean. Era, y es, un homenaje a todos aquellos que trabajan los montes en nuestro entorno, antiguamente eran los esparteros quienes traían el tomillo. Nosotros no tenemos el aroma del azahar que tienen los sevillanos, pero le ofrecemos la esencia de nuestros montes.

Pero hagamos un recuerdo cronológico de nuestras celebraciones. Lo primero es el Domingo de Ramos, cargado siempre de luz y con los tallos de esos olivos que producen en nuestros bancales un aceite que es oro puro. Tengo que decir que nunca me han gustado las palmas, aunque sean muy bonitas. Jesús entró en Jerusalén vitoreado entre ramas de olivos. Es necesario señalar que si nosotros vemos paisajes de los campos de donde vivió Jesús, podríamos estar en cualquier paraje de La Redonda, el Rocipón o el Charco, todo lleno de olivos. La imagen de esos tallos de olivo bendecidos guardados en un lugar de mi casa durante todo el año perduran en mi memoria.

Aquí quiero agradecer el esfuerzo que se ha hecho para incorporar La Borriquilla a esta procesión.

La Semana Santa de Férez también es liturgia y celebraciones en la Iglesia. Los Vías Crucis hasta el cementerio al amanecer. Si existe una imagen que siempre me llamó la atención son los cuadros pequeños que había en la Iglesia con las estaciones del Vía Crucis. Era la celebración del Jueves Santo, donde se hacía el Lavatorio de pies. Aquí, tengo un recuerdo un poco “travieso”: siempre llegaba tarde para no tener que ser uno a los que le lavaban los pies. Pero si existe una liturgia donde siempre he participado, ha sido la lectura del Evangelio de Viernes Santo.  Han sido muchas las veces que en este mismo atril he leído ese apartado de la Biblia donde se narraba, de manera casi teatralizada, la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Algunos de los que estáis aquí eráis mis compañeros y compañeras de lectura.

Fluyen las imágenes en mi memoria de la Procesión del Entierro, con el paso del Sepulcro saliendo en absoluto silencio de nuestra Iglesia, de esas saetas que rompen ese silencio con la voz rasgada de Antoñita, y la subida de las gradas con el Sepulcro bailando sobre los hombros de sus portadores.

Del mismo modo no puedo olvidar esa Procesión del Encuentro, de la Plaza de la Corredera repleta de fereños y fereñas para contemplar las tres veces que se hincan las rodillas en tierra justo antes de chocar los palos de los pasos y celebrar el Encuentro de la Virgen con el Resucitado. Aún resuena en mi memoria el aleteo de los palomos que salían de debajo del manto de la Dolorosa.

Como ya he dicho anteriormente, la Semana Santa es también cultura y patrimonio, y Férez puede presumir de las imágenes que saca en sus procesiones. Desde su Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores que son una preciosa muestra de la Escuela de Salzillo, realizadas por Roque López, a su Jesús Crucificado y que está articulado para después entrar en el imponente paso del Sepulcro. Qué decir de San Juan, el que siempre se ha dicho que era el santo de los jóvenes. Sobre esta imagen puedo hablar largo y tendido, pues cuando fuimos quintos los del 64, nos atrevimos a sacarlo con la famosa nube y sus ángeles (que restauró y pintó nuestra pintora local Puri Pérez Serrano). Fue precioso ese año ese paso, pero desde luego mis hombros todavía lo recuerda. No nos podemos olvidar de Cristo Rey, que únicamente se ve en la procesión del encuentro.

La Semana Santa en Férez también tiene muchas cosas que la hacen bonita, que nos hacen recordar cada vez que ves una foto o pasas por una calle en esos días. No podemos olvidar a esas Manolas, con su teja y su mantilla negra acompañando a los pasos durante las procesiones, sobre todo en el Entierro. Esas filas de gotas de cera que caían de las velas que llevábamos durante las procesiones. Era casi imposible que alguna gota de cera no nos la lleváramos en nuestros abrigos. No podemos olvidar los sonidos de los tambores y cornetas, con sus primeros maestros Pepe de los Nudos y Jesús “el Moni”. Quiero tener un recuerdo especial para el Sacerdote Pepe Linares, que hace muy poco tiempo nos dejó. Las horas de ensayos que tenemos a las espaldas algunos de los que estuvieron en esos momentos. Ahora, por suerte se mantiene todavía esa tradición. Son tantas las cosas para recordar que esto se podría hacer eterno, pero no quiero dejar pasar este apartado de mi pregón para mencionar y recordar con todo el cariño para una persona que siempre estaba en todo lo referido a la Semana Santa: en la liturgia, en la preparación de los pasos, organizando las procesiones, etc. Es Francisco el Cartero.

Pero la Semana Santa también es gastronomía, y me han dicho que vamos a poder disfrutar ahora después de alguna muestra muy interesante. Esos potajes de Vigilia, con su bacalao y sus pelotillas, esos panecicos, esos buñuelos, ese alajú. Comida y dulces que muchas veces nos devuelven a nuestras raíces musulmanas.

La Semana Santa es arte en la calle, misterio, espiritualidad, procesiones, actos litúrgicos, costumbre y tradición, gastronomía, turismo, en fin, cultura enraizada en el pueblo. Para los cofrades es también montaje de pasos, ensayos, rito, olor a incienso y cera quemada, ruido ensordecedor y acompasado de instrumentos, amistad fraterna, dolor, sed, cansancio, oración. Sin el fervor religioso creyente, esta festividad sería una pura representación teatral; añadida la fe y devoción que ponen en ella quienes la organizan y la celebran se convierte en una manifestación de fervor religioso; en una pasión vivida con el corazón, un acto que es personal e íntimo y a la vez también colectivo y compartido en el que cada año se reproducen emociones intensas que nacen en el alma misma.

Antes de terminar quiero leeros una cosa que encontré en las muchas de mis investigaciones sobre Férez, que nos habla de las Indulgencias, o perdón de los pecados, que se concedieron en su momento por una visita de una autoridad de la Iglesia con vistas a la Semana Santa de Férez. Está Inscrita en el libro de Bautismos de 1804.

Por el ilustrísimo Sr. Don Sebastián Rodríguez Biedma, dignísimo Obispo Prior perpetuo en la Real Casa se determina hay concedidos cuarenta días de Indulgencias a cada uno de los cuatros Altares que esta Iglesia Parroquial, cuales son el de La Purísima, el de San Josef, el de San Antonio y el de Las Ánimas; también hizo igual concesión a la imagen de Nuestra Señora del Rosario colocada en el Retablo Mayor de esta Parroquial; otros cuarenta a María de los Dolores; otros cuarenta al Santísimo Crucificado que hay en la Sacristía; otros cuarenta a Jesús Nazareno; otros cuarenta al cuadro de Santa Lucía y otros cuarenta a la imagen de Nuestra Señora de Santa Ana que se venera en su Ermita de esta población; como todo consta en los correspondientes Decretos, y por ser así cierto, verdadero, público y notorio y para que siempre conste, yo el Cura Propio de esta Iglesia Parroquial pongo esta nota a once de diciembre de mil ochocientos y cuatro y la firmo. D. Manuel García Berzosa.

Y termino como comencé, con una cita del Quijote que en este caso tiene una clara inspiración bíblica: «Las primeras buenas nuevas que tuvo el mundo y tuvieron los hombres fueron las que dieron los ángeles la noche que fue nuestro día, cuando cantaron en los aires: ''Gloria sea en las alturas, y paz en la tierra, a los hombres de buena voluntad''; y a la salutación que el mejor maestro de la tierra y del cielo enseñó a sus allegados y favoridos, fue decirles que cuando entrasen en alguna casa, dijesen: ''Paz sea en esta casa''; y otras muchas veces les dijo: ''Mi paz os doy, mi paz os dejo: paz sea con vosotros'', bien como joya y prenda dada y dejada de tal mano; joya que sin ella, en la tierra ni en el cielo puede haber bien alguno» (Capítulo XXXVII).

Este momento siempre estará en mi recuerdo, por eso quiero deciros de todo corazón: Gracias, Gracias y un millón de Gracias.

miércoles, 22 de febrero de 2017

Datos históricos de nuestro pueblo.


Os dejo unos datos sobre Férez en estos censos de los siglos XVI y XVII. Los he encontrando haciendo limpieza entre mis papeles en unas anotaciones sin más y creo que es bueno conservarlos en este formato para que no se pierdan. Ya escribiré más sobre ellos

Censo de la Corona de Castilla. Carlos I 1528
Pecheros
Maravedies
61
70

Censo de la Corona de Castilla de 1591
Vecinos
            Pecheros
Hidalgos
Clérigos
147
143
2
2


Censo de Sal de Felipe IV 1631
Real Cédula 3 enero 1631 1631, enero 3.- Madrid Real Cédula otorgada por el rey Felipe IV a Miguel Santos San Pedro, gobernador del Consejo de Castilla, obispo de Solsona y electo arzobispo de Granada, por la que ordena, la puesta en marcha de la nueva normativa y tributación de la sal. Se incluyen las instrucciones dadas a los corregidores, para los acopiamientos vecinales de sal referidos al primer semestre de 1631.
Vecinos
Ganados
Fanegas de Sal a pagar
100
1645
86,7



domingo, 27 de noviembre de 2016

Historia de nuestro campanario


Mucho se ha hablado de nuestro campanario y su destrucción. Son muchos los que han hablado sobre este tema y no se han puesto a valorar la verdadera situación del mismo. Ahora me toca decir lo que pienso basándome, sobre todo, en mis humildes investigaciones históricas. 
Lo primero que hay que señalar es que, tal y como se muestra en la imagen de encabezamiento de esta entrada, el campanario de nuestra iglesia sufrió una elevación arquitectónica y ese es sin duda el primer gran problema que ha tenido. Si de algo se puede presumir de las construcciones medievales en nuestro país es de la "proporcionalidad" de las mismas y se puede observar claramente que el campanario no es proporcional con la planta de la iglesia. 


Esta elevación es una de las causas de las diversas grietas que aparecieron en su construcción y que al final supusieron su demolición para evitar peligros en las casas que había en la calle Cantarería. Pero, ¿cuándo se llevó a cabo esa elevación? No puedo asegurarlo con rotundidad, pero estoy convencido de que a principios del siglo XIX con la prohibición de enterramientos en la Iglesia también se llevó a cabo una ampliación de la planta del templo. Pasó de tener una nave central solamente a construir dos naves laterales para dar capacidad y poder albergar a la población de fieles de aquella época. Esto se ve claramente en las paredes de esas naves, como la nave central es de pilares y las dos laterales y la fachada lateral es de mampostería y peor calidad. Considero que a la vez se elevó el campanario para que las campanas se escucharan mejor o más lejos en los diversos cortijos cercanos al pueblo. Esa elevación es un problema grave para su estabilidad. Os dejo una comparación de cómo podría ser antes y después de la elevación.

Naturalmente el tiempo pasó factura. Pero no fue la única causa para que el campanario fuese peligroso de mantener. A esta hay que unirle los problemas que daban los continuos deslizamientos de las tierras de la Calle Cantarería con las diversas avenidas del Arroyo de la Mora, que alguna vez supuso la práctica desaparición de la propia calle. Por ello se construyó la canalización de dicho arroyo y se plantaron los pinos de la Quebrada. Pero otro problema importante fue como las diversas casas situadas debajo de la iglesia fueron de alguna manera socavando terreno con el consiguiente peligro para esta construcción. Por último, quiero señalar como causa importante el quebrado terreno sobre el que está situada la Iglesia con alguna sima que está debajo de la misma.

NOTA IMPORTANTE: Esta entrada está inspirada en el poema dedicado por Chelo Alvárez a nuestro campanario que está en el Grupo Fereños por el Mundo. Y también decir que la foto del Campanario es de Ana María Navarro Soler. Gracias a las dos. 


jueves, 21 de julio de 2016

Actividad Municipal en Férez durante La Guerra Civil. Capítulo IV Final



Llegamos al final del estudio de la Guerra Civil en Férez. Espero que os haya gustado esta serie de cuatro documentos sobre nuestro pueblo. Para no repetir una cosa hay que conocerla. Muchas gracias.

7.- Las Represalias.
            Durante el desarrollo de la guerra los enfrentamientos entre las milicias gobernantes y los grandes propietarios y el clero son muy significativos y nos encontramos dentro del municipio con dos aspectos a destacar: por un lado los asesinatos de dos sacerdotes y de un gran propietario y por otro el sinfín de incautaciones de bienes de grandes propietarios y posesiones eclesiásticas que se llevan a cabo.
            Comenzamos con los asesinatos de los dos sacerdotes. Ocurrieron los dos entre los días 8 y  9 de Septiembre de 1936. En estos días se producen los crímenes de Francisco Massó Tebar y  Francisco López López, vulgarmente denominados "paseos"[1].  Sobre el primero se sabe que no sintiéndose muy seguro en Albacete capital decide alejarse de la ciudad y buscar refugio en la casa de un hermano suyo que vivía en Férez. Pero unos milicianos de Albacete, acompañados por otros de Elche de la Sierra, detuvieron al sacerdote en Férez y se lo llevaron a Elche de la Sierra donde fue ejecutado el 8 de septiembre[2]. Los mismos milicianos acompañados por milicianos de Férez llevan a cabo la detención y posterior asesinato, el día 9 de septiembre, del sacerdote Francisco López López. Las diligencias judiciales llevadas a cabo están recogidas en un Expediente del Tribunal Especial Popular de Albacete[3], que se corresponde con el incoado por la muerte de manera violenta de Francisco López López, natural de Férez y párroco de Socovos, acaecida el día 9 de Septiembre de 1936.
Si analizamos dicho expediente, podemos observar cómo consta de varias partes, siendo lo más destacado las diligencias presentadas por el Juzgado Municipal de Férez, y en su nombre el Juez Municipal D. Ildefonso Navarro López, de profesión abogado, y el Secretario del mismo D. Bernardo Sanz. En las mismas vienen a señalar cómo se llevó a cabo el hallazgo y levantamiento del cadáver de Francisco López.             Dichas diligencias nos aportan algunos datos, como el lugar en el que fue encontrado (situado en las cercanías del Puente del Arroyo de la Abejuela, justo al lado de la carretera que une Elche de la Sierra con Férez, a unos dos kilómetros del pueblo de Férez); las circunstancias en las que se encontraba el cuerpo envuelto en un gran charco de sangre y con diversas heridas producidas por arma de fuego en el cuerpo y la cabeza, las ropas que llevaba (entre las que cabe señalar una insignia tricolor, símbolo de la República). Se firma dicho expediente y se remite al Juzgado de Yeste. Éste último, a su vez, lo remite a la Audiencia Territorial, que cree oportuno que sea llevado el caso por el Tribunal Especial Popular de Albacete, al considerar que no es de su competencia. Uno de los milicianos de Férez que colaboró en el asesinato, Rafael Fontana Martínez, fue condenado a muerte y fusilado en Albacete en 1941.
El tercer asesinato fue el de un gran propietario: Luis Izquierdo Bielsa, dueño de la finca de Aguascalientes en el término municipal de Férez. Ocurrió el 16 de octubre de 1936 cuando un grupo de milicianos del municipio llegaron al cortijo donde vivía Luis Izquierdo y tras una serie de vejaciones y obligarle a darles de comer, lo sacaron de su casa y lo llevaron preso hasta las cercanías de la aldea de El Gallego (Elche de la Sierra) donde lo mataron.[4]
            Otro modo de llevar a cabo represalias son las incautaciones de bienes a personas que se les señalaba como afectas a los sublevados. En el Consejo Municipal, y con diferentes, fechas se proponen las siguientes incautaciones de bienes: la casa de Carmen Navarro López, para ubicar en ella el Ayuntamiento; en abril de 1937 el traslado de la Casa Consistorial a las viviendas de Luis Palomo Raya o Dª Angelina Castella Valver; el 9 de Mayo de 1937 se debate la incautación del automóvil de Juan Álvarez; en julio de 1937 se plantea el aprovechamiento de las 36 horas de riego de la Capellanía, incautada a la Iglesia para mejorar los fondos; el 29 de enero de 1938 se aprueba trasladar la escuela a la casa de D. Ramón López López, siendo al mismo tiempo ocupada para casa del maestro.
            Por último debemos señalar otra forma de represalia política. Son los informes político-sociales que emite el Consejo Municipal y que vienen a reflejar los pensamientos que se tenía sobre los grandes propietarios y los antiguos caciques del municipio. Este tipo de informes son parte de la Justicia Popular, pues son los procedimientos de un proceso judicial donde se busca la afiliación política y aquellos hechos que indicasen la existencia de relaciones del encausado con la derecha o los sublevados[5]. Dichos informes eran emitidos por los comités del Frente Popular en los Ayuntamientos. Lo que viene a continuación es un extracto del informe emitido sobre Rafael López López, que fue Alcalde de Férez con anterioridad a la victoria del Frente Popular: "se trata de un elemento de una verdadera filiación derechista.... y que durante gran parte del triste bienio de la actuación del partido radical, ha ocupado esta alcaldía, en la cual se ha distinguido por su insistente persecución al elemento obrero, hasta el punto de haber procedido al procesamiento de elevado número de ellos.... siendo deportados varios a la provincia de Cuenca...Detuvo al Sr. Martínez Hervas y lo condujo a Yeste en las elecciones del 36 para que no estuviese presente en el escrutinio de dicha elección”.[6]
            En febrero de 1938 se emite informe de conducta política-social de Inocencio López López: “este individuo en las elecciones de febrero llevaba por el brazo a cincuenta electores para que votasen por la candidatura derechista y en el terreno social ha dejado que desear pues sacaba la comida a los evacuados a la calle, para que no pasaran a su casa...”
Sobre este informe existe abierto un expediente incoado sobre Inocencio López Fernández. Se basa en la acusación del  Encargado de Evacuados de haber expulsado a un niño evacuado de su casa.  Está bastante completo ya que se argumenta por parte del acusado que lo único que hizo fue enviar al niño al hospital de Albacete, porque padecía tuberculosis y, como tenía cuatro hijos, se le podía contagiar a los mismos. Alude a que nunca se había opuesto a mantener evacuados en su casa, pero matiza que le habían dicho que el niño iba a estar un mes y llevaba más de siete meses. Señalar que son muchas los apoyos que recibe Inocencio López, pues desde los diferentes partidos políticos del municipio (Izquierda Republicana, Partido Comunista y CNT.) se remiten notas mostrando el afecto a la República de dicho encausado, siendo incluso miembro de Izquierda Republicana. Destacar también que existe un listado de firmas, superior a las doscientas, apoyando la libertad del acusado.[7]
            También se emite informe de conducta política-social de José Montiel López: “elemento claramente desafecto al régimen republicano...verdadero propagandístico de las ideas Gil-roblistas... ha abusado del elemento obrero...les prohibía hablar bien de la República...Decía al principio de la sublevación que si venía la Guardia Civil al pueblo, iba a hacer una cuerva en la plaza del pueblo... influyó para que los obreros que segaban romero para su sustento fueran detenidos".
            Sobre  conducta política-social sobre Jesús López López:"...cuando el asesinato de Calvo Sotelo, decía en una era, que si pudiera pincharía con una horca a los asesinos, y que bien podían haber matado a Azaña y Largo Caballero, que son los que están causando la perdición de España. Se alegraba por ver procesados a los obreros por asistir a un mitin del camarada Prat, durante el Bienio Negro..."
            Se emite informe de conducta política-social sobre Juan Pascual Cano:”...se le oyó decir a sus paniaguados para que fuesen contra el régimen. El 19 de julio de 1936 se le vio enloquecido con una pistola por la calle, diciendo que tenía que hacer limpieza de vagos, acabando con Azaña..”.
            Se emite informe sobre Victoriano López Tamayo:”...les dijo a los obreros que si querían coger maíz a 20 céntimos la arroba, y si no también, pues en caso contrario morirían de hambre...”[8]
Estos son algunos fragmentos de los diferentes informes de conducta política-social que fueron emitidos por el Consejo Municipal de Férez sobre personas de dicho municipio. Algunos de estos informes son bastante comprometedores para los individuos implicados, pues declaran un claro desafecto hacia las ideas republicanas, lo cual en aquellos momentos era bastante peligroso. Sobre estos informes no se han encontrado expedientes realizados por los Tribunales Especiales de Justicia, por lo que no podemos aportar su solución. Según parece alguna de estas personas estuvieron como detenidos gubernativos en Albacete.
Como ya hemos citado anteriormente Francisco Sevillano[9] ha estudiado la importancia que tuvieron los informes políticos-sociales dentro de la administración de justicia en la provincia de Albacete. Señala en este estudio que dichos informes son uno de los procedimientos de los organismos judiciales para la búsqueda en los procesos sumariales  de la afiliación política y de aquellos hechos que indicasen la existencia de relaciones del encausado con la derecha. Eran emitidos por los comités del Frente Popular o por los Consejos municipales, como es el caso del municipio de Férez.
            Pero con el final de la Guerra Civil  en puertas, desde la Comisión Gestora se cambia de actitud y, al contrario que anteriormente, se aprueba por la presidencia el recomendar al Gobernador Civil la puesta en libertad de los detenidos gubernativos: Victoriano López Tamayo, Juan Pascual Cano López, Jesús López López y Basiliso García Moreno, pues, según el Ayuntamiento, faltan pruebas del delito de desafección al régimen. También se pide la liberación de Sebastián Requena Sánchez y Martín Vaquero, por ser padres de dos supuestos desertores del ejército y estar necesitadas sus familias de su trabajo para sobrevivir. Con referencia a este acuerdo se ha localizado una carta enviada por el Alcalde Adolfo Risueño, detenido en el Castillo de Yeste, en la que pide que se le justifique esta decisión, ante el temor de ser objeto de una de las depuraciones que en 1940 los vencedores estaban llevando a cabo sobre las personas que habían ocupado cargos públicos en la época republicana. La carta dice lo siguiente: “Adolfo Risueño: detenido en el Deposito Municipal de este partido, tiene el honor de comunicar a V. se sirva sacar una copia del Acta celebrada en ese Ayuntamiento el día primero de Enero de mil novecientos treinta y nueve, en la que se tomo el acuerdo para poner en libertad a los vecinos de esa que se encontraban detenidos en la Cárcel de Albacete. Rogándole despachen esto lo antes posible le saluda atentamente: Fdo: Adolfo Risueño. Castillo de Yeste 26 del 4 de 1940”.
8.- Conclusiones.
         A tenor de lo expuesto con anterioridad en esta comunicación podemos obtener las siguientes conclusiones de lo acontecido en el municipio de Férez (Albacete) durante los años de la Guerra Civil y sus antecedentes sociales, pues tenemos que retrotraernos a la Segunda República Española para entender muchos de los hechos que aquí se han relatado.
            Para empezar debemos señalar que en los años de la República el funcionamiento de las instituciones locales esta dominado por los antiguos caciques y grandes propietarios que, disfrazados bajo el epígrafe de nuevos republicanos, siguen dominando todos los frentes de la política y sociedad rural. Es lógico recordar que el pueblo español estaba harto de tanto oscurantismo, de tanta opresión, y los más desfavorecidos la recibieron con los brazos abiertos y cargados de ilusión. No podemos olvidar que durante este período nos vamos a encontrar las primeras elecciones más o menos limpias desde hacía muchos años. Muestra de estos nuevos vientos en la sociedad española lo relata Gregorio Peces-Barba señalando que: “La República fue recibida con una ilusión y una esperanza enorme y sus medidas educativas y culturales fueron experiencias hasta entonces inéditas en nuestro país”[10].
            Otro aspecto a tener en cuenta es el papel jugado en el desarrollo de la sociedad y la política de aquellos momentos por los partidos políticos. A lo largo de la Segunda República podemos observar cómo van desgastándose las estructuras arcaicas de los grandes partidos y formaciones políticas, “que salvo el PSOE, quedaría científicamente definido como de pluripartidismo extremo y fuertemente polarizado. Es decir, demasiados partidos en concurrencia que dificultaron la estabilidad”[11]. Esto queda reflejado en la actividad municipal de Férez donde los partidos prácticamente no están representados en el Consejo Municipal y sí tienen mucha importancia las centrales sindicales de la UGT y CNT. Únicamente el Partido Comunista, y muy débilmente Izquierda Republicana, tienen algo de representación municipal.
            En cuanto a la actividad municipal tenemos que destacar la gran labor que ejerce el Consejo Local para la alfabetización de la población más joven con importantes medidas para la creación de nuevas escuelas, aún teniendo que llevar a cabo incautaciones de casas de grandes propietarios. Paul Preston nos habla de cómo la República empezó a saciar el hambre de cultura: “Las energías y las inversiones volcadas en la creación de escuelas e institutos y en las campañas para enseñar a leer y escribir a millones de personas no tenían precedentes en la historia de España”.[12]
            En cuanto al problema agrario debemos señalar las condiciones tan lamentables de los trabajadores agrarios del término municipal que están oprimidos por los grandes terratenientes y sus caciques que les ponían condiciones laborales rozando la esclavitud. Esta situación aboca a una reforma agraria que en muchos municipios se queda en los papeles y los colonos ocupan las fincas con el único control de las organizaciones sindicales y políticas de índole local. Sobre este tema G. Jackson nos comenta “la República inició una reforma agraria que no cubrió del todo las necesidades de los campesinos sin tierra, pero sí instauró el principio de que la tierra cultivable debía estar a disposición de quienes producían alimentos y materias primas”.[13]
            Otro de los aspectos a tener en cuenta es la convivencia entre los habitantes del municipio y los evacuados que vienen de otras zonas donde el conflicto es mayor que en Férez. Destaca sobre todo cómo en un municipio se pasa de asesinar a dos sacerdotes a custodiar a otro que viene evacuado de Madrid, llegando incluso a nombrarlo auxiliar del Ayuntamiento.
            En cuanto a uno de los aspectos más triste y doloroso de la contienda civil en Férez, las represalias, tenemos que decir que sólo al inicio de la Guerra encontramos un aspecto tan luctuoso como tres “paseos” (dos sacerdotes y un propietario). Jackson nos dice que “sobre la cuestión del terror en los primeros meses de la Guerra Civil, los paseos contribuyeron a desacreditar a la República”.[14]  Sobre este tema también Julián Casanova nos dice “los paseos y asesinatos masivos sirvió en los dos bandos en lucha para eliminar a sus respectivos enemigos.”[15]
            No podemos olvidar que al finalizar la contienda la represión llevada a cabo por parte del bando nacional en este municipio dejó corto lo acontecido durante estos tres años que hemos comentado. Los fusilamientos y los años de cárcel de muchos de los citados en esta comunicación deberán quedar reflejados en algún momento de nuestra historia y no quedar arrinconados en el olvido, por eso considero que aquellos que trabajamos  en la recuperación de nuestra Memoria Histórica tenemos la labor de restaurar la figura de muchos de aquellos que lo único que les movió fue el conseguir una sociedad más justa en el municipio de Férez.

9.-  Fuentes y Bibliografía
ARCHIVO MUNICIPAL DE FÉREZ
Ä  Libros de las Actas de las sesiones del Consejo Municipal 1931-1939
JUZGADO MUNICIPAL DE FÉREZ
Ä  Libros de Defunciones del Registro Civil
ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE ALBACETE (AHPA)
Ä  Sección Audiencia. Cajas 206 y 207
Ä  Boletín Oficial de la Provincia de Albacete. 1931-1939
ARCHIVO MUNICIPAL DE ALBACETE
Ä  “El Defensor de Albacete”
Ä  “El Diario de Albacete”.
FUENTES ORALES
Ä  Caballero Requena, Víctor
Ä  Fernández Martínez, Francisco
Ä  Martínez Fernández Dionisio, Francisco
Ä  Ródenas Fernández ,Juan
Ä  Tenedor González ,Jesús
Ä  Tenedor Caballero, Manuela
CARRIÓN IÑIGUEZ J.D.  La persecución religiosa en la provincia de Albacete durante la Guerra Civil. Albacete 2004 pág. 154
CASANOVA J. Las Colectivizaciones. La Guerra Civil. Historia 16. Madrid 1986
CASANOVA J. “Una guerra poco civil”. El País 15 de julio de 2006
FERNÁNDEZ TENEDOR, F. “Evolución de la población de Férez durante el siglo XX”. Revista de Estudios Locales La Cantarera. Férez 2003
FERNÁNDEZ TENEDOR, F. “La Guerra Civil en Férez. 1936-39”. Revista de Estudios Locales La Cantarera. Férez 2005
FERNÁNDEZ TENEDOR, F. Economía y paisaje en dos municipios de la Sierra de Segura: Férez y Socovos. Tesis de Licenciatura inédita. Universidad de Murcia. Murcia 1987
JACKSON G. “El reconocimiento del pasado trágico”. El País 2 de abril de 2006.
ORTEGA J.A. Y SILVESTRE J. “Las consecuencias demográficas de la Guerra Civil”. X Congreso de la AEHE. Galicia 2005, pg. 25
PECES-BARBA G.  “Elogio crítico de la II República”.  El País. 25 de abril de 2006
PRESTON P. Entrevista publicada en el diario El País el 8 de abril de 2006 sobre los 75 años del 14 de abril.
RAMÍREZ M. “Aquella ansiada República”. El País 14 de abril de 2005
REQUENA GALLEGO M. Albacete en el período 1900-1936. Historia de Albacete y su Caja de Ahorros. Pág. 35
SEVILLANO CALERO F. La Guerra Civil en Albacete: Rebelión militar y Justicia Popular. Pág. 68
TAMAMES R. La República y la Era de Franco. De Trabajos prácticos de Historia de España. Pág. 335




[1]Según Francisco Sevillano, por “paseo” se entiende el proceso por el cual víctimas  designadas por comités de los partidos y sindicatos, eran detenidas en sus casas durante la noche por hombres armados y llevadas a las afueras para ser asesinadas. La Guerra Civil en Albacete: Rebelión militar y Justicia Popular. Pág. 67.
[2] Información recopilada de José Deogracias Carrión Íñiguez La persecución religiosa en la provincia de Albacete durante la Guerra Civil. Albacete 2004 pág. 154
[3]AHPA. Audiencia Territorial. Criminal. Caja 207.
[4] Testimonios de Dionisio Francisco Martínez Fernández y de Francisco Fernández Martínez, vecinos de Férez, que recuerdan que alguno de los milicianos que llevaron a cabo el asesinato fueron fusilados en Albacete al finalizar la Guerra Civil.
[5] Francisco Sevillano Calero. La Guerra Civil en Albacete: Rebelión militar y Justicia Popular (1936-1939).  pp. 68  Alicante 1995
[6]Expediente Tribunal Especial Popular Albacete. Sección Audiencia Territorial. Criminal. Caja 206. Archivo Histórico Provincial de Albacete.
[7] Expediente Tribunal Especial Popular Albacete. Sección Audiencia Territorial. Criminal. Caja 206. Archivo Histórico Provincial de Albacete.
[8] Fragmentos de diversos informes político social emitidos por el Consejo Local sobre algunos vecinos de Férez. Los informes completos se pueden encontrar en Libros de Actas del Ayuntamiento de Férez. Archivo Histórico Municipal de Férez.
[9] Francisco Sevillano Calero. La Guerra Civil en Albacete: Rebelión militar y Justicia Popular. Pág. 68
[10] G. Peces-Barba Elogio crítico de la II República.  El País. 25 de abril de 2006
[11] M. Ramírez. Aquella ansiada República. El País 14 de abril de 2005
[12] P. Preston. Entrevista publicada en el diario El País el 8 de abril de 2006 sobre los 75 años del 14 de abril.
[13] G. Jackson. El reconocimiento del pasado trágico. El País 2 de abril de 2006.
[14] G. Jackson. ibid
[15] J. Casanova. Una guerra poco civil. El País 15 de julio de 2006

miércoles, 20 de julio de 2016

Actividad Municipal en Férez durante la Guerra Civil. Capítulo III


Tercera entrega de la comunicación sobre Férez en la Guerra Civil. Hablamos del problema agrícola que tanto afecto al mundo rural durante la República y también del fenómeno de los Evacuados: personas que huían de las zonas de guerra.

5.- El problema agrícola.
            Como ya se ha comentado en los inicios de la comunicación, el municipio de Férez basa su economía en la agricultura, por lo tanto no es difícil comprender como a lo largo de este período de enfrentamiento civil, los grandes propietarios y sus posesiones se ponen en el punto de mira de los gobernantes.
            Desde el primer momento, mayo de 1936, se propone al pleno del Ayuntamiento la aplicación de la Ley de Reforma Agraria en el término de Férez  y se solicita que dicha Ley se aplique en la finca denominada Alcantarilla de Jover. También citan como finca para aplicar dicha Reforma Agraria la de "Capellanía de Ruiz Tamayo", de propiedad parroquial. Los campesinos, quienes habían sufrido una situación de desventaja en los dos años anteriores, esperaban que el nuevo Gobierno llevase a término la Reforma Agraria prometida[1]. Dicha Reforma era uno de los pilares sobre los que sustentaba el programa del Frente Popular, ya que hacía mención a una aceleración de la misma, dada la pésima situación  en el que se encontraba el campo español[2]. Dentro del municipio de Férez en 1930 existían 13 fincas cuya superficie era superior a 250 hectáreas, siendo el total de las mismas de 6452 has., lo que suponía un porcentaje superior al 55 % del término municipal[3]. Estos datos habrá que tenerlos en cuenta siempre que hablemos de Reforma Agraria en Férez.
Respecto a las fincas señaladas para llevar a cabo la reforma, matizar que la Alcantarilla era la mejor que existía en todo el término, ya que contaba con una inmejorable huerta en los bordes del río Segura, en lo que hoy es terreno del Pantano del Cenajo. El 27 marzo de1937 se acuerda mandar al concejal Ángel Álvarez Soria a investigar en el Registro de la Propiedad de Yeste la titularidad de fincas para su posible incautación para la causa republicana de todas aquellas que recaigan en personas declaradas de índole facciosas por la Comisión Calificadora.
            En agosto del 37 el Instituto de Reforma Agraria ordena incautar las fincas de: Las Ramblas, Aguas Calientes, Prado Grande y Collado Alto. Lo notifica para que sean repartidas y no estén mucho tiempo sin trabajar. Esto supone un paso importantísimo dentro de la implantación de la Reforma Agraria en el municipio de Férez. Lo que sucede es que no se tiene constancia de una ocupación masiva de dichas fincas, que suponen una cantidad de terreno considerable dentro del término municipal. Señalar que pertenecían a personas que habían sido consideradas como afectos a la causa de los sublevados y esta incautación era parte del castigo por eso.
            De septiembre de 1937 son los primeros datos que se tienen sobre la existencia en  Alcantarilla de 72 asentamientos, en cultivos tanto parcelarios como colectivos, y que sus ocupantes no quieren dejarlos para implantar la Reforma Agraria, por lo que se insta a que en ocho días sean abandonadas dichas propiedades, para su posterior ocupación por las organizaciones sindicales. Esto es debido al polémico decreto del Ministerio de Agricultura, dirigido por Vicente Uribe, que consideraba únicamente expropiables las tierras de los que habían intervenido directa o indirectamente en la sublevación militar y que la forma de ocupación acontecida en el verano de 1936 no se adapta a dicha legalidad, por lo cual sus ocupantes tienen que dejar estas tierras[4].  Esto creó cierto recelo entre las organizaciones sindicales del municipio, pues no comprendían por qué tenían que ser revisadas las incautaciones.
            Los campesinos del municipio se desplazan en un número elevado para ocupar estas tierras que son muy productivas, repartiéndose también los animales de trabajo, como mulas, burros, bueyes y el ganado que había en la aldea. Al finalizar la guerra los antiguos dueños les requisaron todos sus productos y aperos y además castigaron a los cabecillas de los colonos.
6.- Los Evacuados.
            Otro de los aspectos que debemos comentar sobre el período de la Guerra Civil en el municipio de Férez es el de los evacuados que van llegando de otras zonas más peligrosas en las que la contienda está mucho más cercana que en este pueblo de la Sierra de Albacete. En este sentido nos hablan Ortega y Silvestre: “durante estos meses (julio-noviembre 1936) cuando el gobierno republicano traslada el gobierno desde Madrid a Valencia. Se produce el avance del ejército sublevado desde África vía Sevilla-Mérida-Badajoz-Toledo. Este movimiento genera una primera oleada de refugiados, que marchan desde el sur de Extremadura hacia Jaén, Ciudad Real y otras provincias"[5]. Ejemplo de estos evacuados lo tenemos en una familia que llega a Férez procedente de Maguillas (Badajoz) y que después se establece en el municipio de manera permanente quedando todavía los hijos de la misma, conocidos algunos de ellos por el topónimo de su lugar de origen.
            En cuanto a las referencias a este fenómeno migratorio nos encontramos con varias citas en los Libros de Actas del Consejo Local. Así, por ejemplo, el 11 abril 1937 se estudia la propuesta de alojar a las familias sin casa en otras donde sobra espacio. El Consejo pretende distribuir una serie de familias, que a malas penas pueden vivir en sus casas, por otras donde existe un espacio sobrado. Es una medida pensada con vistas a la ubicación de los evacuados que llegaron desde otros puntos de la geografía española.
            También se hace mención el 29 enero de 1938 del nombramiento como auxiliar del Ayuntamiento al evacuado Basilio Vega Orea (Canónigo de la Catedral de Madrid). Los evacuados entran a formar parte del entramado del municipio, llevando a cabo funciones que por sus conocimientos no pueden ser llevadas a cabo por personas de Férez. Es el caso del puesto de Auxiliar de Secretaría, que ocupa un Canónigo que llegó evacuado desde Madrid.  Según el testimonio de varios vecinos del lugar,  en  un principio fue enviado al cortijo llamado Molino Viejo y allí realizaba diferentes labores, tanto de tipo agrícola como de tipo cultural. Francisco Fernández Martínez nos señala que fue este señor quién enseñó a leer y escribir a los niños del cortijo y que éstos hacían labores de vigilancia ante cualquier visita de milicianos de otros pueblos con el fin de llevarse preso al sacerdote.[6] Otro testimonio nos lo cita como el sacerdote que se le atribuye el decir la primera misa en el pueblo, celebrada en la Plaza de  la Corredera al finalizar la Guerra Civil.[7]



[1]Manuel Requena Gallego. Albacete en el período 1900-1936. Historia de Albacete y Su Caja de Ahorros. Pág. 187
[2]Ramón Tamames. La República y la Era de Franco. De Trabajos prácticos de Historia de España. Pág. 335
[3]Manuel Requena Gallego. Albacete en el período 1900-1936. Historia de Albacete y su Caja de Ahorros. Pág. 35
[4] Julián Casanova. Las Colectivizaciones. La Guerra Civil. Historia 16. Madrid 1986
[5] José Antonio Ortega y Javier Silvestre. Las consecuencias demográficas de la Guerra Civil. X Congreso de la AEHE. Galicia 2005, pg. 25
[6] Francisco Fernández Martínez es hijo de uno de los habitantes del Molino Viejo y recuerda de manera especial el tiempo en el que este evacuado estuvo alojado en sus casas. Nos habla de cómo hacia guardia en los caminos para avisar al sacerdote ante cualquier visita. Nos cita el plan de escape que tenían previsto ante un peligro.
[7] Testimonio de Dionisio Francisco Martínez Fernández. Recuerda como ayudó a celebrar dicha misa siendo él un  adolescente.